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15 de mayo de 2025
Hipertensión arterial pese a una vida saludable: una enfermedad silenciosa que afecta al 30% de los adultos en Argentina

Contaminación y ruido son factores muchas veces invisibles, pero tienen impacto real sobre la salud cardiovascular.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora cada 17 de mayo, especialistas del Hospital de Clínicas y de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires advierten sobre la importancia de realizar controles regulares para concientizar sobre esta enfermedad silenciosa y fomentar su detección temprana. En este contexto, la Facultad llevará adelante una Jornada Abierta de toma de presión arterial, con el objetivo de promover hábitos de prevención y acercar a la comunidad información clave para el cuidado de la salud cardiovascular.
La hipertensión afecta a más del 30% de los adultos en Argentina y es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal. Sin embargo, puede pasar desapercibida durante años.
“Estamos ante un enemigo silencioso, responsable de muchas muertes por año y productor de marcada discapacidad en la población general. Debemos realizar nuestro mayor esfuerzo para diagnosticar, tratar y controlar muy de cerca a nuestros pacientes. A pesar de la alta prevalencia de la hipertensión un tercio de los hipertensos no saben que lo son y la mitad de los que se encuentran en tratamiento no están adecuadamente controlados”, señala la profesional Analía Aquieri (MN 114729), médica cardióloga especialista en hipertensión arterial del Hospital de Clínicas.
“Es una patología que no da síntomas. El único modo de saber si alguien es hipertenso es midiendo la presión arterial. Por eso insistimos tanto en que todos —tengan o no factores de riesgo clásicos— se controlen”, explica la Dra. Carolina Caniffi, docente e investigadora de la Facultad de Farmacia y Bioquímica y agrega que “la hipertensión arterial (HTA) puede presentarse incluso en personas con estilos de vida saludables. No todo se reduce a la alimentación o al sedentarismo. Hay factores genéticos, ambientales y psicosociales que también intervienen”.
Genética, estrés y ambiente: otros caminos hacia la hipertensión
Aunque el exceso de peso es un factor de riesgo clave, no es el único. Según la Dra. Caniffi, “entre el 65 % y el 78 % de los casos de hipertensión primaria están vinculados con la obesidad, pero también vemos pacientes con peso normal que desarrollan la enfermedad por alteraciones en sistemas como el nervioso simpático o el sistema renina-angiotensina-aldosterona”.
En el mismo sentido, el Dr. Marcelo R. Choi, profesor titular de la cátedra de Anatomía e Histología, de la Facultad de Farmacia y Bioquímica sostiene que “tanto el estrés como la ansiedad son factores que se asocian con un mayor riesgo de HTA y eventos cardiovasculares. Los pacientes con estrés pueden desarrollar un aumento repentino de la presión arterial que puede normalizarse al aliviar el estrés (incremento transitorio de la presión arterial, no permanente como en la HTA). En cambio, un estímulo estresante que persiste en el tiempo puede asociarse a mayor riesgo de desarrollar HTA. Cada vez hay más evidencia que vincula la exposición a eventos traumáticos intensos con un mayor riesgo de HTA”.
Además, existe una predisposición genética que puede manifestarse incluso en personas que llevan una vida activa y se alimentan bien. “No siempre hay antecedentes claros. Pero los estudios familiares y ciertas pruebas pueden ayudar a evaluar ese riesgo y anticiparse”, añade.
El estrés crónico también es un enemigo silencioso. “No hablamos sólo de un mal día: el estrés sostenido en el tiempo altera funciones biológicas clave y muchas veces lleva a conductas poco saludables sin que la persona lo note: dormir mal, comer peor, dejar de moverse. Es un círculo vicioso que favorece la hipertensión”, sostiene la investigadora Caniffi.
Contaminación y ruido: los factores invisibles
La exposición ambiental también juega un rol. “Hoy sabemos que vivir cerca de autopistas, en zonas ruidosas o con alta contaminación del aire aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión. Son factores muchas veces invisibles, pero tienen impacto real sobre la salud cardiovascular”, asegura Caniffi.
Diagnosticar hipertensión en personas que no presentan factores de riesgo tradicionales es uno de los grandes desafíos. “Como no hay síntomas, puede pasar mucho tiempo hasta que se detecta. Y muchas veces, cuando lo hace, ya hubo un evento grave: un ACV, un infarto o daño renal”, advierte.
La importancia de la prevención y la educación
En este contexto, el rol de la educación y la concientización es clave. “La hipertensión es prevenible y controlable. Pero para eso necesitamos que la población entienda de qué se trata, se mida regularmente y mantenga hábitos saludables sostenibles en el tiempo. Y eso solo se logra con campañas continuas, mensajes claros y adecuados a cada grupo”, afirma la Dra. Caniffi.
También destaca la necesidad de incluir a los jóvenes en esta estrategia. “Muchas veces pensamos que la presión alta es cosa de adultos mayores, pero no es así. La medición en edades tempranas permite detectar casos ocultos y empezar a cuidarse antes de que aparezcan las complicaciones”.
Nuevas tecnologías: aliadas pero con límites
El avance tecnológico trajo nuevas herramientas, como tensiómetros digitales vinculados a aplicaciones móviles. “Son útiles para el seguimiento y para fomentar el compromiso con el tratamiento, aunque todavía no reemplazan las mediciones clínicas para el diagnóstico formal”, aclara la experta.
Actividades abiertas y rol universitario
Como parte de su compromiso con la salud pública, la Facultad de Farmacia y Bioquímica invita a la comunidad a participar de la V Jornada Abierta para la Toma de Presión Arterial, que se desarrollará el viernes 16 de mayo, de 10.00 a 16.00, en la sala de conferencias de la Facultad (Junín 956, CABA), en el marco del Día Mundial de la Hipertensión y como parte de un proyecto de extensión universitaria UBANEX.
“Cada año, en esta fecha, ofrecemos mediciones gratuitas y asesoramiento para todas las personas que se acercan. Es una forma concreta de tender puentes entre la universidad y la sociedad”, detalla Caniffi.
Estudiantes y profesionales de la salud también cumplen un rol clave. “Formamos a quienes van a trabajar en farmacias, laboratorios y centros de salud, pero también a comunicadores comunitarios que pueden llegar con mensajes simples a donde muchas veces no llegan las campañas oficiales”, concluye.