La declaración del policía que baleó a Thiago en Ciudad Evita: “Fue en segundos, no hubo tiempo de pensar”
Facundo Aguilar Fajardo aseguró que disparó en defensa propia y para proteger a su madre, a quien -según su testimonio- un grupo de delincuentes estaba golpeando y apuntando con un arma, que resultó ser de juguete. El nene de 7 años murió tras dos días de agonía.
Minutos después de conocerse la muerte de Thiago Correa, el nene de 7 años que fue baleado en un intento de robo en Ciudad Evita, se difundió la declaración indagatoria de Facundo Aguilar Fajardo, el policía que efectuó el disparo.
En su declaración, Aguilar Fajardo, de 21 años, aseguró que disparó en defensa propia y para proteger a su madre, a quien -según su testimonio- un grupo de delincuentes estaba golpeando y apuntando con un arma. “Lo hice porque pensé que a mi mamá la mataban ahí mismo y no la iba a ver nunca más”, dijo ante el fiscal.
Según el testimonio de Aguilar Fajardo, todo ocurrió el miércoles 4 de junio cerca de las 23:20 en la puerta de su casa, sobre la avenida Crovara al 5600, donde esperaba el colectivo junto a su madre.
Contó que fueron sorprendidos por cuatro delincuentes, uno de ellos armado. “Me apuntó a la cara y me dijo: ‘Dame todo o te mato’. A mi mamá la tironeaban del pelo y la apuntaban también. Yo no me resistí, les di mi mochila y el celular. Pero cuando vi que a mi vieja la seguían maltratando, pensé que la iban a matar”, dijo.
Fue entonces cuando se identificó como policía. “¡Alto, policía!”, gritó, y desenfundó su arma. De acuerdo a su relato, disparó cuando vio que el sospechoso armado se daba a la fuga pero aún lo apuntaba. Sostuvo que los disparos fueron “estáticos”, es decir, que no persiguió a nadie, y que se detuvo cuando dejó de ver a los asaltantes.
Uno de los disparos alcanzó a Thiago Benjamín Correa, que se encontraba a más de una cuadra del lugar del hecho, esperando el colectivo sentado sobre los hombros de su papá. La bala le dio en la cabeza. Fue trasladado en estado crítico al Hospital de San Justo y murió este viernes por la tarde, tras dos días de agonía.
Aguilar aseguró que no vio a nadie más en la zona: “Entre los agresores y yo, no había nadie”, dijo. También remarcó que no “había iluminación” y “la calle estaba vacía” por la hora y la peligrosidad del barrio.
Al ser consultado sobre por qué no disparó cuando lo apuntaban a él, respondió: “Porque si se enteraban que era policía, me mataban. Lo único que quería era darles las cosas y que se fueran. Disparé recién cuando vi que estaban ensañados con mi mamá”.
También explicó que fue él quien avisó a la Policía bonaerense y pidió que llamaran a emergencias para asistir a Thiago. “Eso también es parte de la formación. No importa quién esté herido, siempre hay que pedir auxilio”, dijo.
Sobre su experiencia, reveló que lleva solo cinco meses como agente efectivo de la Policía Federal. “Lo que se aprende en la práctica de tiro no se compara con lo que se vive en una situación así. Esto fue en segundos, no hubo tiempo de pensar”, expresó.
Aguilar fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego con exceso en la legítima defensa, en concurso con lesiones gravísimas culposas y tentativa de homicidio por los otros dos heridos.
Según las pericias, todos los disparos (11) provinieron de su arma del policía, y el revólver que llevaban los asaltantes era de juguete. Además, no se encontraron vainas servidas en el lugar, un dato que podría agravar la situación procesal del acusado.
“Disparé porque pensé que a mi mamá la mataban. Me apuntaban a mí y a ella al mismo tiempo. No me importó más nada”, concluyó Aguilar.
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