El ataque ocurrió cuando la lancha se dirigía desde el Río Paraná hacia el Río Luján. Según su esposo, Martín, Ana se descompensó tras el disparo y fue trasladada de urgencia al Hospital de Escobar, donde “la evolución es muy buena”, aunque sigue grave. Testimonios de Martín (esposo de la víctima): “Los chicos escucharon el impacto y la chica dijo que estaba sangrando. Ahí le cedí el timón a mi amigo y me di cuenta de que tenía el orificio de una bala.” “Ana estaba pálida, tenía los labios blancos. La escena era un horror, nosotros estábamos muy nerviosos, angustiados, conmovidos.” “El primer médico que la atendió hizo todo bien. Al final ella ya no podía respirar porque la bala le atravesó el pulmón y el médico le pedía que respire corto.” “Dos segundos antes vi que había una embarcación amarrada al costado, en la costa. Un amigo vio que estaban ahí y había un hombre que estaba gesticulando.” “En una embarcación pequeña donde hay ocho personas adultas, si vos disparás es muy baja la probabilidad de que no le pegues a alguien. La cabeza de una amiga de mi esposa estaba a la altura del impacto.”